El eterno ciclo de sembrar, cultivar y cosechar es tan antiguo como la agricultura misma, lo que supone que la biomasa agrícola es la verdadera representación del término «energía renovable». Dicho de manera sencilla: seguirá existiendo mientras los agricultores continúen cultivando la tierra. No hay necesidad de preocuparse por la disminución de los recursos o los suministros limitados. La energía procedente de la biomasa estará disponible hoy, mañana y para todas las generaciones futuras.